La explosión de contagios de coronavirus provocados por los diferentes eventos en los que participaron los miles de estudiantes que llegaron a Mallorca en viaje de estudios es la prueba del alto precio que se paga por la irresponsabilidad de los organizadores y de los participantes. También hay que añadir la pasividad de los cuerpos policiales ante las aglomeraciones de jóvenes, las fiestas ilegales y la falta de control por parte de los que debían tutelar el comportamiento de los adolescentes. Sólo el avance de la campaña de vacunación frena las consecuencias sanitarias de los brotes que se diseminan por media España y afectan ya a miles de jóvenes.
Macrobrote de Coronavirus
La irresponsabilidad frente a la COVID la pagamos todos
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